lunes, 10 de junio de 2013

No existe una definición clara y completa de la Meteorología, con la que al menos los meteorólogos se encuentren satisfechos, fuera de la clásica que la define como la “ciencia de la medición”. Sin duda ello es debido a que, estando latente en prácticamente todas las facetas de la vida diaria, casi nadie es consciente de ello. En un intento de definición lo más completa posible, podemos decir lo siguiente la siguiente: “La Meteorología es la ciencia que tiene por objeto el estudio de las propiedades medibles, las escalas de medida, los sistemas de unidades, los métodos y técnicas de medición, así como la evolución de lo anterior, la valoración de la calidad de las mediciones y su mejora constante, facilitando el progreso científico, el desarrollo tecnológico, el bienestar social y la calidad de vida”. La Meteorología comprende pues todos los aspectos, tanto teóricos como prácticos, que se refieren a las mediciones, cualesquiera que sean sus incertidumbres, y en cualesquiera de los campos de la ciencia y de la tecnología en que tengan lugar. Cubre tres actividades principales: • La definición de las unidades de medida internacionalmente aceptadas. • La realización de las unidades de medida por métodos científicos. • El establecimiento de las cadenas de trazabilidad, determinando y documentando el valor y la exactitud de una medición y diseminando dicho conocimiento. La Meteorología se considera habitualmente dividida en tres categorías, cada una de ellas con diferentes niveles de complejidad y exactitud: 1. La Meteorología Científica, que se ocupa de la organización y el desarrollo de los patrones de medida y de su mantenimiento (el nivel más alto). 2. La Meteorología Industrial, que asegura el adecuado funcionamiento de los instrumentos de medición empleados en la industria y en los procesos de producción y verificación. 3. La Meteorología Legal, que se ocupa de aquellas mediciones que influyen sobre la transparencia de las transacciones comerciales, la salud y la seguridad de los ciudadanos. La meteorología no solo estudia las unidades y los instrumentos de medida para magnitudes de longitud, estudia cualquier propiedad física o química susceptible de ser medida o cuantificada. Constantemente vemos, oímos, olemos, probamos y tocamos objetos y productos, es decir, hay un constante flujo de sensaciones. El trabajo de la meteorología es describir en forma ordenada esta experiencia, un trabajo que la curiosidad del hombre ha conducido por muchos siglos y que presumiblemente nunca terminara.

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